La democracia sufre de dos grandes problemas: la polarización y la resignación. A la primera hasta le pusimos un nombre–la grieta. La resignación tiene menos prensa, pero sus efectos son todavía peores. La democracia pierde razón de ser si sentimos que nada de lo que hagamos como ciudadanos puede cambiar las cosas, mejorarlas. ¿Si eso es cierto, para qué democracia? Hay estudios que muestran que en América Latina viene cayendo el apoyo y la importancia que la población le otorga a la democracia.
 
La polarización y la resignación afectan la cultura democrática. La realidad es que la democracia es más que el congreso, el ejecutivo, el sistema judicial, etc. Es un grupo de hábitos, valores y costumbres que incluye las ganas de informarse, de participar, de escuchar, reflexionar y conversar. No nacemos con estos hábitos. Hay que ejercitarlos, como un músculo, para fortalecerlos. Y sin ellos, las instituciones políticas no funcionan bien.

 

Muy simple. Respondés “si” o “no” a 5 preguntas sobre economía, política, y sociedad. Temas de agenda del país. Y algunas preguntas generales sobre tus intereses. El sistema buscará a alguien que haya contestado las mismas preguntas pero de manera opuesta. La propuesta es juntarse a conversar en forma virtual o en un lugar público que acuerden. Miles de personas estarán compartiendo esta experiencia en distintos lugares del país. 

Queremos generar participación, reflexión y conversación. Solo vos y otra persona que viva cerca tuyo. Durante una semana miles de argentinos/as charlarán, compartirán sus ideas y en ese mismo proceso, reforzarán los valores democráticos.

 

Mi País Conversa es un proyecto de la Fundación Bunge y Born con My Country Talks. Colaboran y acompañan la Universidad Tres de Febrero, Universidad Torcuato Di Tella, Ashoka, RACI, Cenital y Fundación Libertad y Progreso.

 

 

Esperamos que participes, porque es un paso para dejar atrás la resignación. Pero no somos ingenuos. Sabemos que dejar atrás la resignación no es fácil, que para participar hace falta tiempo, que escuchar y conversar requiere esfuerzo. Y que puede ser que no rinda frutos, que no empaticemos con el otro, que las visiones del mundo y del país sean demasiado distintas, que no haya ningún punto de conexión. Volviendo a la metáfora del ejercicio, a veces el gimnasio nos deja doloridos, pero a la larga salimos más fuertes.

 

Por eso te invitamos y te pedimos que te registres, que contestes las preguntas y que te encuentres con alguien que piensa de forma distinta.
 

PARTICIPÁ AHORA

Mi País Conversa es la versión nacional de “My Country Talks”, una movida global de cultura democrática. “My Country Talks” ya se hizo en más de 30 países en todas partes del mundo, menos en América Latina. Así que vos y Argentina serán pioneros en la región.